El voto de Slim
La defensa de Slim del NAICM es el más pesado voto en contra de los planes de AMLO en lo que va...
Número Cero
2018-04-19 06:00:00 / @JoseBuendiaMx Opinión
Foto: @AtTimesMX.. @JoseBuendiaMx Opinión
19 de Abril de 2018
La defensa de Slim del NAICM es el más pesado voto en contra de los planes de AMLO en lo que va de la campaña, independientemente de su cómodo liderazgo en encuestas. La irrupción del magnate en el proceso puso las coordenadas del debate en torno al crecimiento y seguridad para la inversión, por encima de otras preocupaciones, como violencia e inseguridad. El riesgo de una confrontación con los empresarios es agudizar la polarización como en veces anteriores y recuperar el discurso del miedo a la inestabilidad como plebiscito en las urnas.
El salto del empresario a la arena electoral parece un recordatorio de que el triunfo no está asegurado hasta tener los votos, entre otras, por ocurrir en vísperas del debate presidencial. Dado su despegue en las encuestas, podría ser la última oportunidad para Meade y Anaya de desafiar a AMLO en una competencia entre dos o perfilar el proceso como consulta de la aprobación de llegar a Los Pinos. Pero más allá de sus contrincantes, el NAICM puede convertirse en batalla crucial para sus aspiraciones presidenciales y servir para concentrar la atención de la campaña en la reedición de una falsa pugna entre progreso y corrupción de otras veces.
La cúpula empresarial secundó a Slim y suspendió el diálogo técnico sobre el futuro del aeropuerto tras señalar una “constante intolerencia” de AMLO sobre un asunto de progreso para el país. El candidato acusa presiones para no transparentar los contratos. El diferendo es el punto más visible de desencuentro con los empresarios, que pone a prueba el acercamiento con sus cúpulas y la comunidad financiera. Independientemente de la trascendencia del proyecto, la postura de Slim es un emplazamiento para determinar las seguridades para la inversión y el calado de los cambios en la economía. Para fijar límites a las soluciones que daría su eventual gobierno a los desequilibrios que afectan al país, poniéndose como eje un voto equívoco entre el progreso y la desigualad o la corrupción.
La moderación de su respuesta indica su voluntad de no confrontar en este terreno y mantenerse abierto al diálogo, aunque arguye presiones e intereses en el voto en contra de su idea de cancelar el proyecto. El desacuerdo sirve para medir fuerzas y fijar límites, pero con el riesgo de profundizar la polarización, como ocurrió en 2006, cuando incluso se tradujo en una campaña negativa de los empresarios en su contra. Por eso esta vez ha dedicado esfuerzos a acercarse a ellos con un discurso que evita la confrontación y trata de borrar la preocupación por inestabilidad en caso de alcanzar la Presidencia. Sus expectativas de triunfo se discuten ya en el terreno real de la confianza para los negocios.
AMLO y su equipo saben de los efectos negativos de la desconfianza de empresarios para sus dos candidaturas anteriores. Por eso, en la presentación, esta semana, del plan económico de la coalición Juntos Haremos Historia, Carlos Urzúa, señalado para ocupar Hacienda en caso de ganar, puso especial énfasis en insistir en un mensaje de tranquilidad para inversionistas. “Nosotros queremos hacerles entender a todos estos fondos (de inversión) que todo va a estar bien, que somos muy prudentes, que podemos cambiar cosas, pero en el asunto básico de política pública, somos inclusive más, si no conservadores, somos más cuidadosos que otros partidos”, destacó, junto con el compromiso con la autonomía del Banco de México, libre flotación del peso, no déficits primarios, ISR e IVA sin cambio y apoyo al Tratado de Libre Comercio de América del Norte y al TPP.
Hasta ahora, sus posibilidades de triunfo no han generado una reacción de los mercados, movimientos bruscos del peso o salidas de capital, pero también son crecientes los discursos que advierten respecto de los riesgos de llegar a la Presidencia. El camino es accidentado y ya antes en la convención bancaria sacó chispas su advertencia sobre el tigre que se soltaría si hubiera fraude. Nadie debía desestimar un choque entre ellos y las consecuencias para la elección.